martes, 22 de octubre de 2013

EL GAUCHO

Luis Franco 


El desierto y el caballo explican al gaucho....Criado a caballo, tiene las piernas arqueadas como los pájaros de mucho vuelo; a pie, es un aliquebrado. Sólo a caballo es hombre entero. Sus modales y sus hazañas, su industria y su poesía,
vienen de él. Más aún: hombre y bestia suman un solo ser y una voluntad indómita, que es el demonio de la tierra. ¿Qué rey, qué amo, va a imponerle su vasallaje?....Cree en Dios como en un patrón que nunca visita la estancia. Su cuerpo es indio, pero su imaginación es la del árabe y sus ademanes los de España.
Es duro y tierno a la vez como una semilla. Tiene el mismo desprecio por las vacas ajenas que por la vida propia, pero véalo usted en la danza, la hospitalidad o la palabra empeñada, lucir su elegancia de hombre libre. ¿Cómo ha de esclavizar a la mujer? Le basta con que no le estorbe. La rueda de la payada es el estrado de su nobleza, y él, que desprecia doctores, generales y gringos, se acercará con respeto a un cajetilla en la estancia "los Talas", sólo porque era poeta.... Como su facón, su alma tiene un solo filo..
Aunque no siembre casi nunca -la harina viene de Chile- y comercie apenas, el gaucho no es hermano de los pastores nómades, sino simplemente el hombre de la distancia. Vive aislado. No tiene comunidad de intereses, no siente la cosa pública. Y donde no hay influencia social, manda la individual. Y el hombre que es la independencia misma en su persona, es, al fin y al cabo, un conjunto, un disperso rebaño salvaje que alguien juntará bajo su mando.Un rebaño... Por eso este arisco devendrá fautor de déspotas. La ambición del caudillo será toda su política.
(Fragmento de El General Paz y los dos caudillajes)

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