lunes, 24 de marzo de 2014

POETAS Y CANTORES DE SANTIAGO

José Enrique Ordoñez, "Zunco Viejo"

Don "Zunco viejo" fue un famoso payador santiagueño nacido en Lescanos, cerca de Río Hondo. Nació con la patria, a principios de 1800 y murió en 1879, en su mismo pueblo. A su muerte, don Valentín Ledesma, cantor como él, le dedicó una glosa de gran valor documental. Orestes Di Lullo, de quien tomamos esta información, recuerda dicha glosa dictada por don Domingo Perea, vecino de El Barrialito. La primera cuarteta dice:


Falleció el poeta célebre
ya no habrá quien en Lescanos
improvise la poesía
con tal dulzura y agrado.

Fue un patriota verdadero,
muerto el 29 de julio:
capitán de treinta y uno,
de un carácter caballero.
Fue mi íntimo compañero
nos deja el setenta y nueve,
ruego al supremo lo lleve
donde yo seré mañana,
allí, en la eterna morada:
falleció el poeta célebre.

Según testimonio de don Jacinto Ibarra, de más de 100 años de edad, vecino del Sausal, Zunco Viejo era delgado, alto, de buena presencia. Criado en el campo, su persona denotaba condiciones excepcionales. No sabía leer ni escribir, pero tenía una memorioa prodigiosa. Dicen que nunca usó chiripá y que llevaba barba larga y cabello trenzado. Don José Albino Alvarez, vecino de Las Cejas, que peleó en las guerrillas del año 1875 con el coronel Olmedo, dice que lo conoció en las fiestas del Bañao, que se realizaban en agosto en la proximidad de Sotelos. Recuerda que el Zunco ya era viejo y famoso por entonces y que cantaba acompañndose de caja y guitarra.

Di Lullo recogió entre 35 y 40 versos entre glosas, décimas y trovas del Zunco. Ante la muerte de Ibarra en 1851 hizo una décimas que dicen:

De luto eclipsó la luna
dos días antes de muerto,
esto confesó, por cierto,
fray Juan, de Santo Domingo.
...........................................
Acabó el más federal
de nuestra patria querida,
Ibarra perdió la vida,
quién tendrá gusto cabal!
.........................................
Hemos quedado los hombres
sin árbol, sombra ni abrigo....

Ante la muerte de Manuel Taboada en 1870, dice el Zunco Viejo:

Compatriotas argentinos,
nobles hermanos santiagueños,
ya hemos perdido el diseño
que alumbró nuestro camino:
ahora fuerte el enemigo
se nos descarga más bravo,
al ver que ya se ha acabado
aquella fuerte columna:
el lucero, sol y luna
hemos perdido en Santiago.

Siendo taboadista, el Zunco se mezcló en política durante el gobierno de Gregorio Santillán cantando:

Los empleados son figuras
de bandidos, de ratuinas;
ninguno tiene despacho,
y para mayor desventura,
siguen una ley tan dura
estos perversos y ruines,
diciendo que es ley sagrada
llevan un ideal sangriento,
con razón dijo Sarmiento
qué provincia desgraciada!

En la literatura popular de Santiago, el Zunco Viejo tiene su un sitio destacado que Di Lullo se encargó de destacar.

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